Diogo Costa fue el héroe de una Portugal que se veía anímicamente disminuida después del penal errado por Ronaldo.
sehabladeportes.com - 1 de julio
En un encuentro repleto de emociones y giros inesperados, Portugal logró avanzar en la Eurocopa tras vencer a Eslovenia en una tanda de penales dramática. El partido, disputado en el Deutsche Bank Park, comenzó con un primer tiempo donde los lusos dominaron la mayoría de las acciones, pero sin lograr traducir su superioridad en el marcador.
Desde el pitazo inicial, Portugal mostró su intención de controlar el juego, moviendo el balón con precisión y buscando penetrar la defensa eslovena. Los dirigidos por Roberto Martínez tejían jugadas alrededor del área rival, intentando encontrar los espacios necesarios para abrir el marcador. Sin embargo, Eslovenia, bien organizada defensivamente, buscaba aprovechar los errores de su oponente para lanzar contragolpes rápidos. A pesar de algunos intentos, ninguno de los equipos pudo romper el empate inicial, llevando el partido al descanso con un 0-0.
La segunda mitad continuó con un guion similar. Portugal mantuvo la posesión y continuó presionando, mientras Eslovenia se mantenía compacta y esperaba su oportunidad para sorprender. Fue cerca del minuto 60 cuando los eslovenos estuvieron a punto de ponerse en ventaja, generando una clara ocasión de gol que no lograron concretar.
En el tiempo suplementario, el drama se intensificó. Un polémico penal fue concedido a favor de Portugal, brindando a Cristiano Ronaldo la oportunidad de poner el primer gol del partido. El capitán portugués se dispuso a ejecutar el tiro desde los doce pasos, pero su disparo fue magistralmente detenido por Jan Oblak, el arquero esloveno. Este momento fue un punto de inflexión en el partido. Ronaldo, desmoronado por la oportunidad perdida, vio cómo los ánimos de Eslovenia se fortalecían.
Sin más goles durante la prórroga, el encuentro se decidió en la tanda de penales. En este crucial momento, los arqueros se convirtieron en los protagonistas. Diogo Costa, el guardameta portugués, emergió como el héroe de la noche al detener tres penales consecutivos. Su actuación fue determinante para que Portugal se llevara la victoria con un contundente 3-0 en los penales, asegurando así su avance a los cuartos de final.
En la presente Eurocopa, Cristiano Ronaldo, cercano a los 40 años, parece sentir el peso del tiempo. Este torneo representa una de sus últimas aventuras con la selección de Portugal. Aunque ha sido titular en todos los encuentros, no ha brillado como la máxima figura del equipo. Hasta ahora, no ha encontrado el gol, aunque ha contribuido con una asistencia en el partido contra Turquía.
El papel de Ronaldo ha evolucionado, ya no es el delantero explosivo de antaño, sino un gran director de orquesta dentro del campo, guiando a sus compañeros y asumiendo el rol de líder que el equipo necesita. Sin embargo, esta transición ha significado que su participación no sea tan vistosa como en otros torneos, algo que quedó patente en su imprecisión en el tiempo reglamentario y en su penal fallado.
A pesar de estos desafíos, la figura de Ronaldo sigue siendo fundamental para el equipo, aportando experiencia y liderazgo en momentos clave. Portugal sigue adelante en la Eurocopa, con la esperanza de encontrar nuevos héroes que puedan llevarlos a la gloria, mientras su capitán continúa siendo una pieza crucial en el engranaje del equipo.
Cristiano Ronaldo se medirá a Mbappe en los cuartos de final. Los franceses llegan con muchas dudas e imprecisiones en la ofensiva, lo cual le da una gran oportunidad a Portugal de aspirar a meterse en las semifinales del torneo.
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