Ayer Dallas consiguió su primera victoria en estas finales de forma aplastante ante unos imprecisos Celtics.
sehabladeportes.com - 15 de junio
En un inesperado giro de la serie, los Dallas Mavericks aplastaron a los Boston Celtics con un contundente marcador de 122-84 en el American Airlines Center, impidiendo la barrida que muchos anticipaban. Desde el primer cuarto, los Mavericks tomaron el control del partido y nunca dejaron que los Celtics encontraran su ritmo, obligando a ambos equipos a recurrir a sus jugadores de rotación desde los minutos finales del tercer cuarto hasta el final del partido.
La ofensiva de Boston estuvo plagada de imprecisiones, reflejadas en un pobre 36% en tiros de campo. La defensa también flaqueó, permitiendo que los Mavericks encontraran tiros fáciles y efectivos. El único aspecto positivo para los Celtics fue su rendimiento en tiros libres, donde lograron un 92% de precisión. Jayson Tatum, una de las estrellas de Boston, fue el jugador más destacado del equipo visitante con 15 puntos, 5 rebotes y 3 asistencias en 27 minutos jugados. Sin embargo, su actuación no fue suficiente para contrarrestar el dominio de los Mavericks.
El partido comenzó con una explosiva ofensiva por parte de los Mavericks. Luka Doncic, el líder indiscutible del equipo demostró una vez más por qué es uno de los mejores jugadores de estas finales. Doncic anotó 29 puntos, capturó 5 rebotes y brindó 5 asistencias en apenas 32 minutos de juego, mostrando una eficiencia impresionante. Su habilidad para controlar el ritmo del partido y hacer jugadas clave fue crucial para el éxito de Dallas.
Kyrie Irving también tuvo una actuación destacada, sumando 21 puntos, 4 rebotes y 6 asistencias en 30 minutos de juego. Irving fue una constante amenaza para la defensa de Boston, utilizando su velocidad y manejo del balón para penetrar y crear oportunidades de anotación. Su capacidad para anotar en los momentos precisos y mantener la presión sobre los Celtics fue vital para la victoria de los Mavericks.
Una de las sorpresas del partido fue Dereck Lively, quien, saliendo desde la banca, aportó 11 puntos y 12 rebotes. Lively se consolidó como un pilar fundamental en la rotación, demostrando su capacidad para influir en el juego tanto en defensa como en ofensiva. Su energía y presencia en la cancha fueron factores determinantes para mantener la ventaja de Dallas durante todo el partido.
La estrategia de los Mavericks se basó en una combinación de velocidad y contundencia en ofensiva, junto con una defensa sólida que no se había visto en los tres primeros juegos de la serie. A diferencia de sus rivales, los de Dallas tuvieron una efectividad del 51% en tiros de campo y un 41% en triples, lo que refleja su capacidad para encontrar buenos tiros y convertirlos con alta precisión. Esta eficiencia ofensiva, combinada con una defensa asfixiante, dejó a los Celtics sin respuestas.
La victoria de los Mavericks no solo impidió la barrida, sino que también inyectó nueva vida en la serie. Con esta victoria, las finales regresan a Boston para el quinto juego. El TD Garden será el escenario donde los locales podrían consagrarse campeones por decimoctava ocasión en su historia. Sin embargo, Dallas buscará mantener el impulso y conseguir una segunda victoria que pondría la serie al rojo vivo y llenaría de incertidumbre el desenlace de estas emocionantes finales.
El próximo partido promete ser un duelo apasionante donde ambos equipos darán lo mejor de sí para alcanzar la victoria. Los Celtics querrán cerrar la serie en casa, apoyados por su ferviente afición. Por otro lado, los Mavericks, revitalizados por su reciente triunfo, buscarán extender la serie y demostrar que tienen lo necesario para competir al más alto nivel.
Este enfrentamiento entre dos de los equipos más competitivos de la NBA ha prometía algo más en una serie que dominaba Boston con mano de hierro hasta ahora. Los Celtics, se enfrentan a unos Mavericks decididos a desafiar las expectativas y luchar hasta el final. Las emociones están en un punto alto Y los Mavericks tendrán que trabajar punto a punto si quieren conseguir una remontada épica en las finales de la NBA.
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