En una carrera emocionante y sorprendente Mercedes volvió a ganar en la Fórmula 1.
sehabladeportes.com - 30 de junio
El Gran Premio de Austria, comenzó con una promesa de emoción que rápidamente se desvaneció en una carrera que, salvo algunos momentos destacados, se caracterizó por una relativa monotonía. Sin embargo, el espectáculo dio un giro inesperado y emocionante en las últimas 25 vueltas, ofreciendo una carrera que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos en el Red Bull Ring y pegados a las pantallas a miles de personas en el mundo.
La largada fue uno de los puntos más vibrantes del día. Desde el primer instante, los pilotos demostraron su agresividad en una lucha por posiciones que dejó pocas oportunidades de adelantamientos significativos. El más perjudicado en esta fase inicial fue Charles Leclerc, quien sufrió un golpe en el alerón delantero propinado por Oscar Piastri. Este incidente obligó a Leclerc a entrar a boxes para reparar los daños, relegándolo a la cola del pelotón y afectando gravemente sus posibilidades en la carrera.
Por otro lado, Sergio Pérez tuvo un inicio prometedor. El piloto mexicano, logró ganar un par de posiciones en la primera vuelta, adelantando al Ferrari de Leclerc y al McLaren de Piastri. Sin embargo, el buen ritmo del McLaren permitió a Piastri recuperar la posición más adelante, relegando a Pérez al séptimo lugar. A lo largo de la carrera, Pérez no pudo mantener el ritmo de los equipos de cabeza, quedando incluso detrás del Haas de Nico Hülkenberg, un resultado que sin duda fue decepcionante para él y su equipo.
La verdadera acción se concentró en la zona media de la parrilla gran parte de la carrera. Los Haas sorprendieron con un impresionante ritmo y una estrategia brillante que les permitió pelear por los puntos de manera efectiva. Los Alpine, por su parte, continuaron con su batalla interna, protagonizando varios incidentes en pista entre Pierre Gasly y Esteban Ocon, que pusieron en riesgo sus posiciones, aunque mostraron una intensa rivalidad dentro del equipo.
El clímax de la carrera llegó después de la vuelta 51. Max Verstappen, quien había dominado gran parte de la carrera, comenzó a experimentar problemas de adherencia con sus neumáticos. Esta situación fue aprovechada por Lando Norris, quien en su última parada en boxes vio la oportunidad de cazar al Red Bull del campeón del mundo. La tensión aumentó cuando Norris y Verstappen colisionaron en la curva 3, lo que abrió una inesperada ventana de oportunidad para George Russell.
Russell, que había mantenido un ritmo constante y se encontraba en una posición estratégica para quedarse con el último cajón, aprovechó la situación para tomar la delantera. En las vueltas finales, Russell se vio amenazado por un imparable Oscar Piastri, quien con un ritmo increíble se acercaba peligrosamente. Sin embargo, al australiano le faltaron un par de vueltas para arrebatarle la victoria al piloto de Mercedes. Piastri mostró una gran tenacidad y habilidad, pero no fue suficiente para superar a Russell en los momentos finales.
El Gran Premio de Austria concluyó con George Russell en lo más alto del podio, seguido de Oscar Piastri en segunda posición y Carlos Sainz completando el podio con su Ferrari. Sainz, quien había tenido una carrera consistente y libre de incidentes, logró asegurar una valiosa tercera posición para su equipo.
Austria nos regaló una carrera que comenzó de manera lenta pero que ofreció un cierre lleno de adrenalina y emoción. Errores que no se esperaban y con vencedor sorpresa, la Fórmula 1 se prepara para ir a Silverstone en el Gran Premio de Gran Bretaña.
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