La vinotinto enfrenta los fantasmas del pasado tras una dolorosa derrota en Santiago.
sehabladeportes.com - 20 de noviembre
Venezuela volvió a caer frente a Chile como visitante y cierra el 2024 sin victorias en las Eliminatorias Conmebol. Su último triunfo fue en la cuarta fecha contra esta misma selección chilena, y desde entonces, el equipo de Fernando Batista no ha sabido consolidarse como protagonista en el camino al Mundial.
El declive comenzó en los cuartos de final de la Copa América, donde la Vinotinto fue eliminada por Canadá en una tanda de penales tras un partido que dejó mucho que desear. Aunque el rival era inferior sobre el papel, Venezuela no logró imponer condiciones. Desde ese momento, si bien demostró solidez como local —donde complicó a selecciones como Uruguay, Argentina y Brasil en Maturín—, apenas consiguió tres puntos de nueve posibles en casa. Como visitante, la historia ha sido muy diferente, con derrotas dolorosas frente a rivales directos.
Caídas significativas
La primera derrota fuera de casa llegó en El Alto, ante Bolivia, con una goleada 4-0. Aunque el marcador pudo parecer exagerado, el dominio boliviano fue claro. Ese resultado permitió a Bolivia reavivar sus esperanzas de clasificación y recuperar terreno.
El siguiente tropiezo ocurrió en Paraguay. A pesar de que Venezuela partía como favorita, comenzó ganando el encuentro, pero perdió el control del juego, lo que permitió al equipo de Gustavo Alfaro remontar y quedarse con la victoria.
Finalmente, el cierre de año contra Chile fue un nuevo golpe. La Roja, un equipo que parecía desahuciado, encontró en el orgullo y la determinación las claves para imponerse. Pese a que Venezuela se adelantó dos veces en el marcador, no supo mantener la ventaja y terminó cayendo por 4-2, dejando una imagen preocupante.
Los fantasmas de las eliminatorias pasadas
El presente de la Vinotinto comienza a recordar los fracasos de los procesos rumbo a Sudáfrica 2010 y Brasil 2014. En ambas ocasiones, Venezuela llegó a las últimas fechas con opciones claras de clasificación, pero tropezó en momentos clave. Contra Paraguay en 2009, una derrota en la penúltima jornada sepultó sus posibilidades. Cuatro años después, en 2013, cayó ante Chile en Santiago y no logró imponerse en casa ante Paraguay en la fecha final, desperdiciando además puntos vitales en Bolivia unos meses antes.
Con solo seis partidos por disputar y Bolivia como el único rival directo en el horizonte, el margen de error para Batista y su cuerpo técnico es mínimo. El sueño mundialista, que parecía más tangible en 2023, se ha desdibujado, dejando una pregunta latente: ¿Podrá Venezuela revertir la situación o esta será otra oportunidad perdida en su anhelo de llegar al Mundial?
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