Venezuela se desplomó: ¿Qué está pasando con la Vinotinto?

Venezuela pasó de ser un equipo que aparentaba tener solidez y carácter a convertirse en un equipo sin rumbo.

Muchos hablaban de un "nuevo momento" para la Vinotinto, pero si analizamos bien, ese momento duró poco. Fue solamente en el 2023, específicamente en los partidos de eliminatorias de aquel año.

La selección debutó en las clasificatorias con una derrota ante Colombia, pero luego se levantó con una victoria en casa ante Paraguay. Después, consiguió un empate histórico en Brasil con la chilena de Eduard Bello sobre el final. En la siguiente fecha, goleó 3-0 a Chile en Maturín. Hasta ahí, los resultados eran positivos.

Sin embargo, todo cambió a finales del 2023. En la última fecha del año, la Vinotinto se desplomó. Luego llegó un largo parón sin eliminatorias, la Copa América, donde se tuvo un buen rendimiento en fase de grupos, pero la dura derrota contra Canadá en cuartos de final marcó un antes y un después.

Un año sin victorias en eliminatorias

La última vez que Venezuela ganó en eliminatorias fue el 17 de octubre de 2023, ante Chile. Desde entonces, ha jugado 9 partidos sin conocer la victoria. El balance: 5 empates y 4 derrotas, muchas de ellas con una imagen preocupante.

El Bocha Batista no gana desde entonces, y lo peor es que su equipo juega mal, sobre todo de visitante, donde no hay un solo momento del partido en el que Venezuela maneje la pelota o imponga condiciones. De local, tampoco ha sido diferente. Se ha perdido fuerza en casa y, además, falta liderazgo dentro de la cancha.

¿Quién es el líder de esta selección?

Salomón Rondón es el capitán, pero Venezuela necesita más voces en el campo, alguien que realmente impulse al equipo cuando las cosas no salen. Contra Ecuador, solo se vio algo de liderazgo cuando entró Tomás Rincón en el segundo tiempo, un jugador que, a pesar de las críticas, nunca deja de empujar al equipo.

La situación es grave. Si Venezuela no vence a Perú en casa, la clasificación quedará prácticamente fuera de alcance. Y con el nivel mostrado, ¿realmente hay razones para creer en una reacción?

El panorama está oscuro. La Vinotinto no solo no gana, sino que no juega a nada.